En la Argentina, y en los últimos 10 años, el promedio de edad bajó. Ahora ronda los 30 y pico. Son personas de buenos ingresos y poco tiempo, que quieren conocer a alguien confiable. Pagan hasta $ 40.000.

Aunque las redes sociales han mermado su mercado, aún quedan agencias matrimoniales que trabajan para que sus clientes encuentren una pareja estable.

Las agencias matrimoniales tradicionales vivieron su propia travesía del desierto cuando aparecieron las aplicaciones de citas, recuerda Alicia López, especialista en terapias de pareja y familia, pero desde hace varios años han recuperado la confianza del público, especialmente de aquel desencantado con las redes sociales.

Lo que el confinamiento está uniendo, que no se separe nunca. Podría ser el eslogan de alguna de las tres agencias matrimoniales que hay en A Coruña. No hace falta explicar que viven de facilitar el encuentro entre dos personas, y ahora nadie se puede encontrar, pero, según dice Beatriz Miranda, de la agencia Amor&Co, el confinamiento «no nos afecta tanto como a primera vista pudiera parecer».